La fé secular es un compromiso existencial
"Primero, la fé secular es un compromiso existencial. La fé de que la vida vale la pena ser vivida no está causada por fuerza vital alguna sino constituida por el compromiso hacia una frágil forma de vida. La forma de vida a la cual estamos comprometidos es normativa, puesto que vivimos nuestras vidas a la luz de una concepción de lo que debemos ser y lo que debemos hacer. Nuestro compromiso existencial a una forma de vida no es reducible a una atracción por la auto preservación y es una condición para hasta las acciones más altruistas. Si yo doy mi vida por otra persona, es porque yo creo que su vida vale la pena ser vivida y estoy comprometido a sostenerla. Similarmente, si sacrifico mi vida por una causa, es porque creo en su importancia y busco contribuir con que esta causa sea continuada en la historia. El compromiso existencial a una forma de vida es una condición de que importe de cualquier manera. Si yo no tuviera fé de que la vida vale la pena ser vivida, yo nunca estaría impulsado a luchar por la memoria del pasado para un futuro mejor. Segundo, la fé secular es una inseguridad necesaria. En el hecho se ser comprometido a alguien o algo, debo tener fé en el futuro y en aquellos en los que dependo. Yo no puedo estar seguro de lo que otros van a hacer, así que tengo que relacionarme con ellos sobre la base de la fé. La fé provee la posibilidad positiva de tener una relación con otros - de confiar en ellos - pero también abre la amenaza negativa de ser decepcionado o traicionado. Lo mismo vale para toda relación hacia el futuro. No puedo estar seguro de lo que va a pasar, así que tengo que tomar el futuro con fé. La fé secular marca la posibilidad de tener un futuro - de tener un compromiso - pero por la misma razón ella enlaza el peligro de tener fé en un futuro que pueda destrozar mis esperanzas y averiar la cause a la que estoy dedicado." (de "Esta vida: Fé Secular y Libertad Espiritual" de Martin Hägglund)
Traducción de Ricardo Ferré
"First, secular faith is an existential commitment. The faith that life is worth living is not caused by some vital force but is constituted by the commitment to a fragile form of life. The form of life to which we are committed is normative, since we lead our lives in light of a conception of who we ought to be and what we ought to do. Our existential commitment to a form of life is not reducible to a drive for self-preservation and is a condition for even the most altruistic deeds. If I give my life for another person, it is because I believe that her life is worth living and am committed to her sustenance. Similarly, if I sacrifice my life for a cause, it is because I believe in its importance and seek to help the cause be carried on in history. The existential commitment to a form of life is a condition for caring at all. If I did not have faith that life is worth living, I would never be compelled to fight for the memory of the past or for a better future. Second, secular faith is a necessary uncertainty. In being committed to someone or something, I must have faith in the future and in those on whom I depend. I cannot be certain of what others will do, so I have to relate to them on the basis of faith. Faith provides the positive chance of having a relation to others - of trusting them - but it also opens the negative threat of being deceived or betrayed. The same holds for any relation to the future. I cannot be certain of what will happen, so I have to take the future on faith. Secular faith marks the possibility of having a future - of being committed - but for the same reason it entails the peril of having faith in a future that may shatter my hopes and wreck the cause to which I am devoted." (desde "This Life: Secular Faith and Spiritual Freedom" de Martin Hägglund)
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